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- El Papa Francisco destacó a la final del Mundial de Fútbol Callejero que se disputa desde el jueves en Brasil, como "un ejemplo de construcción de la cultura del encuentro", en un mensaje que envió a los jovenes que participan del torneo.
"Es una alegría poder acompañarlos en este momento, en un encuentro que promueve la integración, el intercambio y el respeto por nuestros niños y jóvenes", sostuvo el Papa.
"En el mundo de hoy hay tantos ejemplos en los que prevalece la violencia, el odio, y la guerra", dijo Francisco, y afirmó que "lograr un mundo fraterno y en paz depende de cada uno de nosotros. Sólo así podremos superar la exclusión de quienes menos tienen, la pobreza y el hambre".
Francisco escribió que "esta final del Mundial de Fútbol Callejero es un ejemplo de construcción de la cultura del encuentro y nos muestra que, cuando queremos y nos proponemos alcanzar algo diferente, podemos".
"Nuestra fuerza y empeño pueden lograr grandes cosas. Y podemos lograrlo, en otras cosas, haciendo lio de verdad, con la pasión y sana recreación que genera el fútbol", destacó.
"Los animo, queridos jóvenes, a que sigan jugando en cada barrio, en cada ciudad, con los criterios educativos que supieron aprender, donde los equipos establecen las reglas de juego de manera consensuada y donde, sin árbitro, todos los jugadores dialogan sobre el desarrollo del juego para acordar quien es el ganador", señaló.
"Como parte de la red de Scholas multipliquen esta experiencia y lleguen a niños y jóvenes en situación de encierro, de pobreza, de abandono y explotación", pidió.
Francisco finalizó bendiciendo a los familiares: "Queridos amigos, les aseguro mi oración. Que el Señor los bendiga a ustedes, los organizadores, y sus familias y les pido, por favor, que recen por mi".
Los directores mundiales de Scholas, José María del Corral y Enrique Palmeyro, leyeron el mensaje que el Papa Francisco envió para la final del mundial de futbol callejero ante cientos de jóvenes que representaron a más de 24 países del mundo.
Los jóvenes que participaron de este certamen plantaron el Olivo de la paz, tal como lo hiciera el Papa Francisco, en la Plaza de la República, una de las zonas más emblemáticas de San Pablo.
El olivo plantado será luego trasladado a una favela de Brasil como símbolo de la paz.
El Mundial Educativo finalizará el 1 de septiembre en el estadio Olímpico de Roma con la realización del primer partido interreligiosos por la Paz.
"En el mundo de hoy hay tantos ejemplos en los que prevalece la violencia, el odio, y la guerra", dijo Francisco, y afirmó que "lograr un mundo fraterno y en paz depende de cada uno de nosotros. Sólo así podremos superar la exclusión de quienes menos tienen, la pobreza y el hambre".
Francisco escribió que "esta final del Mundial de Fútbol Callejero es un ejemplo de construcción de la cultura del encuentro y nos muestra que, cuando queremos y nos proponemos alcanzar algo diferente, podemos".
"Nuestra fuerza y empeño pueden lograr grandes cosas. Y podemos lograrlo, en otras cosas, haciendo lio de verdad, con la pasión y sana recreación que genera el fútbol", destacó.
"Los animo, queridos jóvenes, a que sigan jugando en cada barrio, en cada ciudad, con los criterios educativos que supieron aprender, donde los equipos establecen las reglas de juego de manera consensuada y donde, sin árbitro, todos los jugadores dialogan sobre el desarrollo del juego para acordar quien es el ganador", señaló.
"Como parte de la red de Scholas multipliquen esta experiencia y lleguen a niños y jóvenes en situación de encierro, de pobreza, de abandono y explotación", pidió.
Francisco finalizó bendiciendo a los familiares: "Queridos amigos, les aseguro mi oración. Que el Señor los bendiga a ustedes, los organizadores, y sus familias y les pido, por favor, que recen por mi".
Los directores mundiales de Scholas, José María del Corral y Enrique Palmeyro, leyeron el mensaje que el Papa Francisco envió para la final del mundial de futbol callejero ante cientos de jóvenes que representaron a más de 24 países del mundo.
Los jóvenes que participaron de este certamen plantaron el Olivo de la paz, tal como lo hiciera el Papa Francisco, en la Plaza de la República, una de las zonas más emblemáticas de San Pablo.
El olivo plantado será luego trasladado a una favela de Brasil como símbolo de la paz.
El Mundial Educativo finalizará el 1 de septiembre en el estadio Olímpico de Roma con la realización del primer partido interreligiosos por la Paz.
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